¿Sabías que las ratas no soportan las alturas? Por eso vuela alto cada vez que encuentres una rata a bordo de tu nave. Cómo lidiar con una rata a bordo En los días en que los aeroplanos eran construidos principalmente de madera y telas ligeras, la presencia de una rata o un ratón en un aeroplano podía significar una catástrofe. Si el animal roía alguna de las partes vitales de la estructura, esto bastaba para su inevitable destrucción. Durante la Primera Guerra Mundial, un aeroplano estaba volando sobre un terreno montañoso, en el frente del Oeste, cuando los dos tripulantes se dieron cuenta de la presencia de una rata a bordo. No había modo de capturarla, y el aterrizar en territorio enemigo era algo imposible de considerar. De repente, el piloto tuvo una idea excelente: dirigió el rumbo del aeroplano hacia las alturas. Arriba y más arriba, al punto de que los dos tripulantes tenían ya dificultades para respirar; pero fueron todavía más arriba, hasta el punto en el que les parecía que perderían el conocimiento. Pero pronto la maniobra dio resultado. La rata se asomó por entre el fuselaje trasero del avión, y dando unos pasos inciertos, cayó muerta en la cabina. Al instante el aeroplano emprendió el descenso. Sólo mediante el ascenso los aviadores habían hallado la seguridad para sus vidas.
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Advierten sobre los riesgos de utilizar servicios de transporte no autorizados
En esta parte de la historia, que veremos, el Señor enseña a sus hijos y a los enemigos quién es Todopoderoso. Cuando Israel perdió la batalla contra los filisteos, el «arca de Jehová» que representaba «la presencia del Señor en la tierra» fue raptada por ellos. Entonces, llevaron el arca al templo de Dagón, que era la estatua de un hombre con cola de pescado, para mostrar de este modo que su dios les dio la victoria.
Así debe ser, que tengamos presente el agradecimiento a primera hora de la mañana, y en realidad a toda hora. Tenemos un Dios maravilloso, poderoso, bondadoso y generoso por demás que nos ama tanto. Un Dios que provee todo lo que necesitamos. Por ello, agradecidos.